Es indudable que el genio de William Shaskespeare (1564-1616) ha trascendido épocas, países y lenguas. Pertenece a la cultura universal con un lenguaje y temática accesible a todos los pueblos. El cuenta historias que todos comprendemos y nos emparentamos cada día a nivel personal, nacional y universal. Montamos Shaskespeare para saber de que está hecho el teatro y de que modo están hechos los hombres.
El habla del hombre en su totalidad, mostrando todas las aristas, los negros, los blanco y los grises, las pasiones descarnadas, las sombras y la luz.
Otelo es el icono más acabado del entrelazamiento de las pasiones del hombre por el poder, el mal entendido amor, por la posesión de otro ser humano, la negación de la entrega, la desconfianza, las intrigas, la especulación, la mentira, la traición.
El protagonista, el moro de Venecia, se deja llevar por la telaraña de un palabrerío envolvente, psicopático, de un ser deleznable, Yago, que arma un andamiaje endemoniado, donde se desbarranca la tragedia en donde el amor, mal entendido amor, es sepultado por los celos, y la locura.
Si los hombres aprendieran a razonar antes de actuar un impulso y levantaran la bandera del amor y de la paz el mundo sería otro.
Elegimos a Otelo por teatro, por Shaskespeare y por los hombres.
El habla del hombre en su totalidad, mostrando todas las aristas, los negros, los blanco y los grises, las pasiones descarnadas, las sombras y la luz.
Otelo es el icono más acabado del entrelazamiento de las pasiones del hombre por el poder, el mal entendido amor, por la posesión de otro ser humano, la negación de la entrega, la desconfianza, las intrigas, la especulación, la mentira, la traición.
El protagonista, el moro de Venecia, se deja llevar por la telaraña de un palabrerío envolvente, psicopático, de un ser deleznable, Yago, que arma un andamiaje endemoniado, donde se desbarranca la tragedia en donde el amor, mal entendido amor, es sepultado por los celos, y la locura.
Si los hombres aprendieran a razonar antes de actuar un impulso y levantaran la bandera del amor y de la paz el mundo sería otro.
Elegimos a Otelo por teatro, por Shaskespeare y por los hombres.
Feliz Vida
Ana Maria Giunta
No hay comentarios:
Publicar un comentario